
Este contenido fue revisado por el Dr Duane Mellor, Escuela Medica de Aston, Universidad de Aston, Birmingham, Reino Unido.
¿Qué es la obesidad?
A nivel mundial, uno de cada dos adultos vive con sobrepeso u obesidad (1).
La obesidad es una acumulación excesiva de grasa corporal, que puede llevar a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes mellitus tipo 2, y ciertos tipos de cáncer. La obesidad se diagnostica comúnmente utilizando el Índice de Masa Corporal (IMC). El IMC mide el peso corporal de un individuo con relación a su estatura. En adultos, un IMC mayor o igual a 25kg/m2 es sobrepeso, y mayor o igual a 30kg/m2 se clasifica como obesidad (1).
El desarrollo de la obesidad es complejo, y ningún factor por sí solo es el responsable. Es la resultado de una gran variedad de factores incluidos aquellos relacionados con la biología individual, las interacciones sociales, los hábitos alimentarios, la actividad física y el entorno donde vivimos (2). En términos generales, mantener un peso saludable requiere un equilibrio entre las calorías ingeridas (calorías consumidas en la dieta), y las calorías gastadas (calorías utilizadas por el cuerpo para la actividad física y otros procesos corporales). Un desequilibrio calórico (energético), en el que se consume un exceso de calorías y no se gastan las suficientes, puede provocar, con el tiempo, un aumento de peso. Sin embargo, la dinámica exacta del equilibrio calórico y los cambios en el peso corporal es sumamente complejo y puede variar de persona a persona (3).